Descansa tus oídos: Un reposo auditivo de al menos 12 horas asegura una evaluación precisa de tu capacidad auditiva.

Evita ambientes ruidosos: No vengas al examen después de haber estado en un ambiente muy ruidoso. Incluso si usaste protección, el ruido puede afectar temporalmente tu audición.

Comodidad durante el examen: Retira accesorios que puedan molestarte o interferir con la prueba.

Durante el examen: Retira cualquier accesorio que pueda generar incomodidad o interferir con la prueba.

Información importante: Comunica al profesional si tienes un resfriado severo o alguna enfermedad en los oídos, si has viajado recientemente o si tienes claustrofobia.

Concentración necesaria: La prueba requiere tu plena colaboración y concentración, dado que se evalúa con sonidos a muy bajo volumen.

Resultados e indicaciones: Podrás conocer el resultado inmediatamente después de la prueba, y en caso de detectarse alguna anomalía, serás orientado por un especialista en Seguridad y Salud en el Trabajo sobre los pasos a seguir.